A
medida que nos hemos aproximado al tercer milenio, los tiempos que corren son cada
vez más difíciles para toda organización, debido al proceso de cambio acelerado
y de competitividad global que vive el mundo, donde la liberalización de las
economías y la libre competencia vienen a caracterizar el entorno de inapelable
convivencia para el sector empresarial. En este contexto las empresas tienen
que asumir el protagonismo que les corresponde para contribuir al crecimiento y
desarrollo del país, logrando mayor eficiencia y brindando productos y
servicios de calidad.
Por
tal motivo, con el transcurrir del tiempo, se han desarrollado nuevas
metodologías de producción en las organizaciones, que garanticen el éxito
empresarial y una de las organizaciones pioneras en este ámbito ha sido la
Compañía Automotriz Toyota, la cual desarrolló su propia sistema de producción,
conocido mundialmente como el “Sistema de Producción Toyota”, el cual a su vez tiene
como uno de sus elementos esenciales al sistema de producción justo a tiempo,
que se basa principalmente en dos expresiones que resumen sus objetivos:
"el hábito de ir mejorando" y la "eliminación de prácticas
desperdiciadoras".
El sistema justo a tiempo surge principalmente en la
compañía japonesa Toyota como una solución a uno de los mayores problemas
subyacentes en la nación nipona: el ahorro de espacio. Por ello, uno de los
pilares de la nueva filosofía se basó en el ahorro de espacio, la eliminación
de desperdicios y en conclusión, la eliminación de la carga que supone la
existencia del inventario.